¿Puede la IA ayudar a predecir los suicidios militares? El VA está financiando un proyecto para averiguarlo.

Como muchos de nosotros, el capitán del ejército Jim Gallagher, un graduado de West Point que sirvió en Irak, apenas podía separarse de su teléfono inteligente.

“Él y yo enviábamos mensajes de texto constantemente durante todo el día”, dijo su esposa, Amanda Gallagher, que vive cerca de Fayetteville, Carolina del Norte, con sus tres hijas pequeñas. “Y él estaría en Twitter todo el tiempo.

"Él siempre estaba usando su teléfono", dijo. "Hasta el punto en que podríamos entrar en discusiones como, ya sabes, 'tienes que colgar el teléfono y prestar atención a lo que está pasando aquí'".

Entonces, un sábado por la noche estaban viendo la televisión y él se levantó y le dijo que iba al baño. En lugar de eso, entró en el garaje para suicidarse.

Gallagher dejó su iPhone en el mostrador de la cocina y no llevaba el Apple Watch que se había convertido en una presencia constante en su muñeca. Se sorprendió al encontrarlo más tarde en la casa.

Ahora sus dos computadoras portátiles, su tableta y ese teléfono (que probablemente contengan datos sobre su función cardíaca y patrones de sueño cargados desde su reloj) están en manos del Proyecto Caja Negra. La iniciativa, que ganó una subvención del VA de 3 millones de dólares, utilizará inteligencia artificial para buscar patrones en los datos de los dispositivos de personas que mueren por suicidio.

"Hoy en día, nuestros dispositivos digitales, especialmente los teléfonos inteligentes, saben más sobre nosotros que las cosas que hemos compartido incluso con aquellos más cercanos", dijo Chris Ford, quien dirige el grupo sin fines de lucro con sede en Durham, Carolina del Norte. Stop Soldier Suicide, que dirige el proyecto.

El trabajo principal del grupo es la terapia de telesalud específica para el suicidio con clientes que buscan ayuda voluntariamente.

La investigación del suicidio es notoriamente difícil, y una razón clave es que las personas que los científicos más necesitan estudiar, por supuesto, ya no están vivas. Ahora, sin embargo, los dispositivos que se han convertido en extensiones de nosotros ofrecen una nueva ventana.

"Los pensamientos, sentimientos y comportamientos internos, las cosas que hago a las dos de la mañana cuando no puedo dormir", dijo Ford. “Esos no se comparten con nuestras parejas íntimas, ni con nuestros padres ni con nuestros amigos en la mayoría de las circunstancias. Entonces, cuando se nos ocurrió este enfoque, sentimos que era la última pieza que faltaba en el avance de la comprensión del riesgo de suicidio”.

También pensaron que podría ser una fuente inusualmente confiable.

“Durante décadas se han realizado autopsias psicológicas”, dijo, “pero no es el panorama completo. Son datos de terceros sobre la persona que murió... estás preguntando a amigos, compañeros de trabajo y seres queridos sus perspectivas sobre la persona que murió. Y entonces está sesgado por la persona que está siendo entrevistada y sus pensamientos, sentimientos y recuerdos, y está sesgado por el entrevistador. porque si creen que el suicidio está impulsado principalmente por la salud mental, investigarán más profundamente la salud mental. Si creen que está más impulsado por las relaciones o el aislamiento, profundizarán en esas cosas.

"Así que realmente creemos que los datos que obtenemos de estos dispositivos son los más objetivos disponibles para ayudarnos a comprender los pensamientos, actitudes y comportamientos en ese último año de vida", dijo Ford.

Parte de la información que contienen los dispositivos puede ser obviamente útil, como mensajes de texto, correos electrónicos e historiales de navegación y ubicación. Pero la inteligencia artificial también buscará patrones en datos menos obvios que puedan correlacionarse con el riesgo de suicidio, cosas en las que los investigadores quizás ni siquiera hayan pensado todavía.

Ford dijo que el proyecto se centra en tres preguntas: quién tiene mayor riesgo de suicidio, si hubo un momento en el que la persona buscó activamente ayuda o se mostró receptiva a ella, y cómo expresó su deseo de ayuda.

El proyecto apenas se está acelerando, pero es posible que ya esté cambiando algunas creencias arraigadas entre los investigadores del suicidio, como la rareza de las notas de suicidio.

"La mayoría de los estudios de investigación en los tiempos modernos indican que las notas de suicidio ocurren entre el 15 y el 20 por ciento de las veces", dijo Ford. “Con solo mirar nuestro equipo de prueba, encontramos notas de suicidio redactadas y eliminadas en al menos la mitad de los dispositivos.

El examinador forense digital del proyecto, Dustin Millado, dijo que a menudo se encuentran en la aplicación de notas de un teléfono o, a veces, toman la forma de una grabación de audio o video.

"Casi parece que quieren contarle a alguien lo que está pasando, pero en realidad no quieren decírselo a nadie", dijo Millado. "Por eso documentan estas cosas en estas notas".

Los expertos dicen que los resultados del proyecto podrían aplicarse también a la población no militar, con salvedades sobre las diferencias entre los dos grupos. Pero advierten que no se debe esperar demasiado de la tecnología.

"El suicidio tiene tantas combinaciones diferentes posibles de variables y factores que hay un número infinito de caminos para llegar allí", dijo Craig Bryan, profesor de la Universidad Estatal de Ohio e investigador en prevención del suicidio.

Dijo que los enfoques analíticos predictivos y de gran cantidad de datos probablemente nunca podrán predecir cuándo una persona específica va a intentar suicidarse. Pero dijo que la tecnología podría permitir un enfoque que compara con el pronóstico del tiempo.

"Cuando hay una advertencia de tornado, no sabemos si un tornado va a azotar la casa de alguien en particular en un momento determinado", dijo, "pero sabemos que las condiciones son las adecuadas, en este condado o en esta ciudad". .”

Hasta ahora, el proyecto ha recibido más de 100 dispositivos prestados que fueron utilizados por personas que se suicidaron. Millado, el examinador forense, los manipula con guantes y los guarda en bolsas de pruebas meticulosamente rastreadas. Después de copiar los datos, envía los dispositivos con su contenido aún intacto.

Hay una razón por la que es tan cuidadoso: para personas como Amanda Gallagher estos no son sólo teléfonos y computadoras.

“Así que todas sus posesiones son realmente importantes para mí y me parecen un recurso muy limitado”, dijo Gallagher. “Como si tuviera que volver a publicar las mismas fotos todos los años en su cumpleaños, porque no hay fotos nuevas. Si quiero verlo con sus hijas ahora, tengo que poner una foto encima de la otra".

Ella cree que a él le habría gustado ser parte del proyecto.

"Porque sería exactamente el tipo de trabajo que le gustaría hacer, porque tenía un verdadero corazón por los soldados para los que trabajaba y una verdadera pasión por el análisis de datos", dijo.

Aunque hizo copias de los datos, dijo que era estresante enviar los dispositivos al Proyecto Caja Negra. Pero dijo que si ayuda a prevenir aunque sea un suicidio, vale la pena.

“Sabía que si existía la posibilidad de que otra mujer no tuviera que sentarse en la habitación de su hijo y explicarles que su padre no volvería a casa porque yo estaba dispuesta a dejar el teléfono, entonces debería dejarlo. vete”, dijo.

La Línea Nacional de Prevención del Suicidio es una línea directa para personas en crisis o para quienes buscan ayudar a otra persona. Para hablar con un oyente certificado, llame al 988.

CrisisText Line es un servicio de mensajes de texto para apoyo en crisis emocionales. Para hablar con un oyente capacitado, envíe un mensaje de texto con HOLA al 741741. Es gratuito, está disponible las 24 horas, los 7 días de la semana y es confidencial.

Esta historia fue producida por American Homefront Project, una colaboración de medios públicos que informa sobre la vida militar y los veteranos estadounidenses.